No te preocupes, no necesitas un doctorado para entender esto. Vamos a desentrañar los secretos de por qué tu sistema inmunológico podría estar en modo rebelde y qué podemos hacer al respecto.
Primero, ¿qué son las enfermedades autoinmunes? Es básicamente como tener un ejército interno que ataca a tus propias células en lugar de los invasores reales. Imagina a tus soldados confundidos, disparando sin ton ni son. Eso es más o menos lo que sucede en el cuerpo de alguien con una enfermedad autoinmune. En términos futbolísticos sería como un autogol.
Ahora, para ponerle nombres a estas revueltas internas, aquí tienes una lista de algunas enfermedades autoinmunes notables:
Artritis Reumatoide: Tu sistema inmunológico se vuelve contra las articulaciones, causando inflamación y dolor.
Lupus Eritematoso Sistémico (LES): Este rebelde ataca varias partes del cuerpo, incluyendo las articulaciones, piel, riñones, corazón y pulmones.
Enfermedad Celíaca: Cuando consumes gluten, tu sistema inmunológico se altera y ataca el revestimiento del intestino delgado.
Esclerosis Múltiple: Aquí, la mielina, que protege las fibras nerviosas, se convierte en blanco de ataques inmunológicos, causando problemas neurológicos.
Tiroiditis de Hashimoto: El sistema inmunológico se vuelve en contra de la glándula tiroides, afectando la producción de hormonas.
Psoriasis: Las células de la piel son atacadas, resultando en parches rojos y escamosos.
Diabetes Tipo 1: Las células beta en el páncreas, responsables de producir insulina, son destruidas por el sistema inmunológico.
Espondilitis Anquilosante: Se centra en las articulaciones de la columna vertebral, causando rigidez y dolor.
Vitiligo: La melanina que da color a la piel es atacada, resultando en la pérdida de pigmentación.
Síndrome de Sjögren: Aquí, tus glándulas exocrinas, que producen lágrimas y saliva, son el blanco resultando en resequedad extrema.
Recuerda, esta es solo una pequeña muestra de la diversidad de enfermedades autoinmunes. Cada una tiene su propia dificultad y motivo, pero todas comparten el denominador común de un sistema inmunológico que ha perdido el rumbo.
Las Causas Ambientales del Caos Inmunológico
La ciencia dice que alrededor del 75% de las enfermedades autoinmunes se desencadenan por factores ambientales.
1. Intestino Permeable y Bajos Niveles de Ácido Estomacal:
- Resulta que tu intestino es como un portero o cadenero en una fiesta muy exclusiva. Cuando se vuelve permeable (conocido como "leaky gut"), permite que sustancias no deseadas ingresen al torrente sanguíneo. Además, bajos niveles de ácido estomacal no son tan inofensivos como suenan, contribuyen al desorden ya que una de sus funciones es matar patógenos que entran por la boca. Para darle solución a esto, elimina el trigo y el azúcar, principalmente y toma alimentos fermentados como el chucrut o el vinagre de manzana. Para sellar los intestinos el colágeno del caldo de huesos es ideal.
2. Carga Tóxica Elevada:
- Si tu cuerpo está constantemente lidiando con toxinas, tu sistema inmunológico puede volverse un poco paranoico y atacar cosas que no debería. ¡Culpa a los contaminantes del aire, agua, alimentos y vacunas defectuosas! Para darle solución elimina los plásticos de tus alimentos y contenedores. Busca productos de limpieza del hogar e higiene personal libres de toxinas, toma agua filtrada y compra alimentos orgánicos. Si la cárga tóxica es de metales pesados pregunta a tu médico por terapia de quelación. Suplementos como el carbón activado, la zeolita y otros minerales ayudan a poder eliminar toxinas del cuerpo. El sauna también es una excelente opción.
3. Desbalance de Azúcar en Sangre:
- Mantener niveles de azúcar equilibrados es más crucial de lo que piensas. La resistencia a la insulina y los picos de azúcar pueden desencadenar un caos autoinmune. Para lidiar con esto reduce la ingesta de carbohidratos.
4. Trauma Infantil y Estrés Crónico:
- Resulta que tus experiencias en la infancia y el estrés crónico pueden dejar una marca duradera en tu sistema inmunológico. Más razón para cuidar de tu bienestar emocional. Este es un punto que le lee fácil, pero en realidad cuesta mucho. Terapia psicológica, respiraciones concientes, yoga, meditación, oración y toma de decisiones (dejar de procastinar) es lo más efectivo. El magnesio es muy efectivo para calmar el sistema nervioso y los adaptógenos como la rodiola y el reishi apoyan a las glándulas suprarrenales encargadas del cortisol, hormona del estrés.
5. Disfunción del Ritmo Circadiano:
- ¿Sabías que tus células tienen su propio reloj biológico? Ignorar tus patrones circadianos puede enviar señales confusas al sistema inmunológico. Esto es especialmente cierto para los trabajadores nocturnos. La solución está en una buena higiene de sueño: levantarte y acostarte a la misma hora, dormir antes de las 10pm, cenar temprano y ver el amanecer y el anochecer. Sé que suena muy loco, pero nuestro reloj interno funciona por pistas visuales de la luz solar. Los lentes oscuros y las luces artificiales alteran nuestro reloj circadiano.
6. Infecciones Crónicas:
- Imagina que tienes vecinos molestos que nunca se van. Bueno, eso es más o menos lo que pasa con las infecciones crónicas. Tu sistema inmunológico está siempre alerta y listo para el combate. Aquí no queda de otra que visitar al médico de tu confianza y revisar si esa infección no tiene una causa de fondo alérgica que se haya complicado con el tiempo.
7. Deficiencias Nutricionales:
- Cuando tu cuerpo no obtiene los nutrientes que necesita, tu sistema inmunológico puede volverse perezoso. Una dieta desequilibrada puede ser la raíz del problema. La solución es sencilla: Aliméntate sanamente, come vegetales y proteína de buena calidad y revisa deficiencias particulares para suplementarlas.
Sensibilidades Alimenticias y el Desgaste de la Salud
Algunos alimentos pueden causar estragos, unos más que otros. Los más problemáticos son: el trigo, lácteos, maíz, y azúcar. Cada uno por motivos diferentes, pero todos estos hacen daño. Tengas enfermedad celiaca o no, tengas diabetes o no, tengas alergias o no. Todos somos, en mayor o menor grado sensibles. La única excepción son los lácteos, esos dependen de la genética individual.
Pero no todo está perdido. Aquí tienes una lista de alimentos que son como superhéroes antiinflamatorios, listos para calmar esta guerra de ti contra ti:
Pescados Grasos:
Aceite de Oliva:
Cúrcuma:
Moras:
Aguacate:
Té Verde:
Crucíferas:
Aceite de Coco:
Hongos:
Hierbas Carminativas:
Caldo de Hueso:
Las enfermedades autoinmunes pueden ser un rompecabezas complicado, pero con un enfoque consciente en los factores ambientales y una dieta repleta de alimentos antiinflamatorios, puedes mejorar enormemente los síntomas. Tómate un momento para escuchar a tu cuerpo, alimentarlo bien y darle el descanso que merece. Después de todo, la vida sigue, con o sin enfermedades autoinmunes.
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